miércoles, 16 de diciembre de 2009

Películas para pensar

Nada es casual.

La ofensiva de la (ultra)derecha en todo el mundo tiene un sólo objetivo: seguir eternizando los privilegios de unos pocos, al precio que sea.

La Argentina no es ajena a estas circunstancias; lo que ocurre aquí debe desde mi punto de vista inscribirse en este panorama general.

Hay tres películas que para mí son bastante representativas del estado actual de las cosas, y me parecen fundamentales para poder entender mejor de qué se trata esto y poder argumentar frente a quienes nos hablan de seguridad jurídica, previsibilidad, confiablidad, derechos adquiridos.

Para poder decir:
"Sé quien sos y sé que es lo que de verdad querés. A vos "la gente" te chupa un huevo, es "gente" mientras puedas sacarle algo. Mientras tanto hacés trampa, jugás sucio, no respetás ni siquiera las reglas que vos mismo creaste y pretendés defender."

Las películas son Zeitgeist Addendum; más allá de que uno pueda creer en el proyecto que patrocina -el proyecto venus- su descripción de los mecanismos de creación del dinero y la esclavitud que conllevan me parece extraordinariamente didáctica.

La siguiente es Home de Yann Arthus Bertrand, quizás alguno de ustedes lo conozca, sus exposiciones de fotografía itinerantes estuvieron en las calles de Madrid y Buenos Aires. En esta película, que se estrenó simultáneamente en cines y televisiones del mundo, se describe el funcionamiento del mundo como un todo y las cosas en las que hemos influido.

Y finalmente, El mundo según Monsanto. Un relato detallado de las aventuras de esta macromultinacional, empeñada en patentar formas de vida y que les paguemos derechos por todo lo que comamos y vistamos. Entre ellas, del Roundup (glifosato) y la soja RR, resistente al mismo.

De esto va la ofensiva de la (ultra)derecha en el mundo.

Pueden hablar de democracia, libertades, etc.

Pero no les importa nada.

PD Los links de las pelis están en la columna derecha, y ahí quedarán, para poder verlas cuando quieran. Además, las versiones son de muy buena calidad.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Mi amigo Alex

Hace algo más de un año, a mi amigo Alex, compañero de la primaria, le vino eso que nos toca a todos más o menos intensamente, que es el ansia de recapitular. Se puso a contactar con sus ex-compañeros y organizó esos eventos llenos de desconocidos, impostores que aseguran ser tal o cual personita, que uno recordaba como eran en ese entonces, y resultaban tan desconocidos como uno mismo frente al espejo cuando se mira.

Fue un empeño loable, coronado con el éxito de tres o más encuentros, y fueron mérito de Alex.

En los encuentros de secundaria la cosa no es tan dramática: más allá de algunos magullones producto de los años, somos más o menos lo que éramos, quizás más sabios -algunos-, pero en general, podemos decir que son -somos- la continuidad de lo que eran -éramos- en ese entonces. Según el día que te toque, tendrás más o menos ganas de verlos: es difícil es que te sorprendan.

Pero la primaria es otra cosa.

Son casi desconocidos; sin embargo, muchos de ellos olvidan los 38 años que pasaron desde la última vez que te viste; piensan que fuiste de su mano, que pensás, sentís como ellos. Creen que la "primariedad" los hace casi parientes, en el sentido de que algunos se consideran en el derecho, casi en la obligación, de poder decirte cualquier cosa: corté algún episodio de raíz.

Pero el caso de Alex es diferente. Alex me localizó a través de mi participación en algunos foros de internet -así que de entrada sabe cómo pienso-, chateamos bastante mientras yo aún estaba en Madrid, descubrimos nuestras diferencias. Pero aún así, el empeño que puso en recuperar esa parte perdida de su vida merecía ser correspondido.

Se sucedieron los encuentros, cibernéticos y personales; se reveló como un antikirchnerista furibundo, basado en su "experiencia personal" a través de viajes profesionales a-por ejemplo-Córdoba, donde -según él- la industria estaba en ruinas -según él- por culpa de Néstor y Cristina.

"Dedicaré mi vida a desenmascararlo" -dijo en alguna ocasión, con una pasión que se sentía incluso a través de la pantalla del chat.

Cuando nuestras diferencias superaron lo admisible, opté por dejar de polemizar; siempre creí que es inútil confrontar con quien tiene una posición apriorística (vulgarmente prejuicio); y que hay que dejar que los hechos hablen. Que el peso de la realidad debería terminar de imponerse, y que cuando no es así, es porque el otro quiere una realidad completamente distinta a la que quiere uno.

Hubo silencio de radio por un tiempo.

Pero ahora Alex me mandó esto; y no lo hizo en medio de una cantidad indefinida de mails; hay una pequeña cantidad de direcciones -no se toma el trabajo de poner copia oculta-, sabía perfectamente a quienes se lo mandaba.

Querido Angel de la Muerte:
Hasta ahora este año usted se ha llevado a mi actor favorito “Patrick Swayze”, a mi actriz favorita “Farrah Fawcett” y a mi cantante favorito "Michael Jackson". Solo para su conocimiento e información, le notifico que mi político favorito es “Néstor Kirchner”.
Muchas gracias  


No es obviamente lo primero que recibo en ese sentido, pero lo que me resulta impactante es la personalización, es que alguien que se preocupó en buscarme por puro sentimiento, se sienta tan completo en su odio que no dude en mandarme ésto, rebozante de muerte.

¿Qué pasó Alex? Tenemos más de 50 años. ¿No aprendiste nada? ¿No viste nada? ¿Qué es lo que te produce ese fervor de destrucción, que hace que no puedas disfrutar de lo que tenés, una familia, un trabajo, un país lleno de personas extraordinarias?

Y de la libertad sobre todo. No podés disfrutar de la libertad. Nunca -y es un hecho, si repasaras de verdad no podrías rebatírmelo- se vivió una época de tal libertad, en la cual todos los sectores pueden expresarse libremente, hasta poder decir cualquier cosa.  

No podés disfrutar de la libertad. La usás para esto que me mandaste, y hay padecimiento en ello. ¿No te das cuenta que esa muerte que deseás al otro es la que obtenés en esas reiteraciones melancólicas que hace la tv de los mismos crímenes una y otra vez, como si simultánemente fueran muchos crímenes diferentes y un único y eterno crimen? ¿Y que tu sufrimiento actual es producto de todas esas muertes gratuitas de los últimos cincuenta y tantos años? ¿Que el deseo de muerte trae la muerte, y la muerte, más muerte, sin distinciones?

Olvidáte de la muerte Alex, por vos, y por los demás.

Viví, y dejá vivir.